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¿Cómo acompañar a perros y niños?
¡Bienvenidos al podcast Perros, Naturaleza y Humanos! Hoy quiero abordar una consulta que me habéis hecho en varias ocasiones: la convivencia entre niños y perros. Este tema es fundamental para muchas familias, y hoy tengo una respuesta especial para Vivian, quien me escribió por Instagram con su inquietud. Aunque cada caso es único, hay principios generales que pueden ayudar a facilitar esta convivencia.
Inicio del Día y Consulta de Vivian
Esta mañana, la miniexploradora decidió acompañarme a hacer gimnasia a las seis y media. Fue entonces cuando recordé una consulta que recibí y respondí hace un tiempo, que hoy quiero compartir con vosotros. A continuación, la pregunta de Vivian y mi respuesta.
Vivian nos cuenta:
«Buenos días Pat, primero te explico un poco el caso y ver si podríamos trabajar o nos recomendarías algún lugar persona. Tenemos a nuestra perra Kai, pastora alemana de cuatro años. Siempre supimos que no le hacían gracia a los niños ni a las personas nerviosas o con miedo, que se le acercan a tocarla, pero en general es bastante controlable. Ahora tenemos a nuestro bebé de ocho meses y a ella le he levantado el labio en tres ocasiones. Nos gustaría saber cómo y con quién podemos trabajar esto y así evitar posibles accidentes. Millones de gracias.»
Respuesta a Vivian
«Hola Vivian, felicidades y bienvenidos a este retador mundo de la convivencia entre perros y niños. Primero, te recomiendo a Tamara de Creciendo entre perros, que habla específicamente de este tema. Por mi experiencia, la supervisión constante es crucial. Aunque es agotador, los bebés necesitan explorar y los perros, como Kai, necesitan poder comunicar su incomodidad sin ser castigados por ello.
Yo convivo con cinco perros, y he aprendido la importancia de la supervisión, especialmente con Nico, que no tiene mucha paciencia. En la edad en la que está tu bebé, separar espacios cuando no puedas supervisar directamente es esencial. No se trata de encerrar a nadie.
A medida que tu hijo crezca, la comunicación será clave. Él aprenderá de cómo tratas a Kai, así que es vital que le muestres respeto y cuidado. Kai tendrá más paciencia con tu hijo que con otros niños, pero necesita tener buenas experiencias y que se respeten sus señales de incomodidad. Si no, su forma de comunicarlo podría escalar a ladridos o incluso a mordiscos.»
Claves para la Convivencia
Supervisión Activa
La supervisión es fundamental. Tanto niños como perros necesitan estar seguros y sentirse cuidados. Esto significa estar presente y atento a las interacciones entre ambos.
Espacio para Explorar
Es importante permitir que tanto el niño como el perro tengan la libertad de explorar. Esto se puede lograr separando espacios cuando no puedas supervisar directamente, pero sin aislar a ninguno de los dos.
Nutrir las Necesidades
Un perro que se siente nutrido y cuidado es menos propenso a reaccionar negativamente. Esto también aplica a los humanos. Asegúrate de que Kai tenga sus necesidades cubiertas para reducir el estrés.
Respetar la Comunicación
Es crucial respetar las señales de Kai. Si muestra incomodidad, como levantar el labio, es su forma de decir que algo no está bien. Respetar estas señales evitará que la situación escale.
Autocuidado
Finalmente, recuerda cuidar de ti misma. La maternidad, tanto humana como canina, puede ser agotadora. Dedica tiempo a tu propio bienestar para poder cuidar mejor de los demás.
Conclusión
La convivencia entre niños y perros puede ser desafiante pero también muy gratificante. Con supervisión, respeto y cuidado, es posible crear un ambiente seguro y feliz para todos. Espero que estos consejos te sean útiles, Vivian, y a todos los que enfrentan situaciones similares.
No olvides que en pateeducadoracanina.com tienes más recursos y que este viernes comenzamos con las Crónicas de Exploración Canina. ¡Hasta la próxima, y al abordaje!
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