Puedes pensar que los conflictos que tienes ahora (ya sea porque tu perro es cachorro o porque acaban de surgir, si tu perro ya es adulto) desaparecerán con el tiempo… y nada más lejos de la realidad.
Los problemas CRECEN.
Todas esas cosas (que ahora son pequeñas) con el tiempo se van fijando y reforzando, y lo que antes era ‘se asusta a veces cuando ve a un perro’ se convierten en ‘a la que ve un perro de lejos, ya está alerta’.
Las incomodidades siempre suelen convertirse en conflictos (a no ser que te pongas a trabajar en ello). Y los conflictos más comunes, que suelen incrementarse, son:
- Mi perro reacciona con otros perros
- Mi perro ladra de forma descontrolada
- Mi perro tiene miedo
- Mi perro saluda a lo bruto
- Mi perro exige juego pase lo que pase
- Mi perro tira de la correa
- Mi perro no viene cuando le llamo
En realidad, prácticamente cualquier cosa, si no lo entrenas y ayudas a tu perro a superarlo, se hace más grande.
Así que cuanto antes te pongas manos a la obra, mejor 🙂 No lo dejes pasar. El tiempo, de por sí, no soluciona las cosas.
Si crees que aún os quedan cosas por trabajar, el curso Perro Joven os puede ayudar a crear una buena base de comunicación, aprenderéis autocontrol y vuelta a la calma, cómo practicar y cuándo deporte, disfrutaréis de caricias y masajes relajantes… y ¡muchas cosas más!
Acabamos de estrenar la opción ‘a tu ritmo’ del curso. Aquí puedes echarle un vistazo:
0 comentarios