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¿Cómo riño a mi compañero perro?

¿Cómo enseño a mi compañero canino? ¿Qué hacer cuando parece que no para?

¡Vamos a descubrirlo juntos!

Lo primero es reflexionar: ¿la conducta del perro es realmente mala o simplemente algo natural para ellos?

Hay cosas que pueden parecer malas, como morder la mesa del salón, pero en realidad son formas de comunicación o indicadores de necesidades no cubiertas.

Una vez revisadas las necesidades del perro y asegurándonos de que estén cubiertas, podemos establecer límites.

No se trata de que el perro haga siempre lo que queremos, sino de acompañarlo y enseñarle lo que está bien y lo que no. Las normas humanas son nuestras, pero eso no impide que podamos convivir juntos en armonía.

Tipos de límites caninos

Los límites que cuidan al humano, los que cuidan al perro y los que cuidan la convivencia.

Por ejemplo, si llevamos a nuestro compañero canino a un evento, debemos estar pendientes de su bienestar y poner límites para protegerlo. Si hay niños muy emocionados por acercarse al perro, pero este se siente agobiado, podemos establecer un límite para protegerlo.

También están los límites que cuidan la convivencia. Imagina a tu compañero canino buscando comida durante una comida familiar. Aunque a ti no te moleste, puede ser estresante para otras personas. Enseñar al perro a esperar hasta que termine la comida para limpiar puede ser un límite útil para mantener la armonía en casa.

En resumen, establecer límites es importante para una buena relación con nuestro compañero canino. Al asegurarnos de cubrir sus necesidades y enseñarle lo que está bien y lo que no, podemos disfrutar juntos de esta aventura llamada vida. ¡Acompáñanos en este viaje!
En algunos tramos, Abel iba atado. Ese límite cuida al entorno. Porque a veces se pone un poco macarra. Llevarlo atado asegura que si viene alguien o hay algo, sea seguro. Ese límite podría ser llevar bozal. Hay perros con una sensibilidad mayor, peligroso para un vecino. El perro lleva bozal. Ese es el límite cuida al entorno.

Luego está el límite que cuida a la sociedad. Cuida no solo al entorno más cercano, sino a la educación de todos. Aquí tendríamos que cubrir un poco más, pero hay cosas que hacemos porque son normas humanas. Tendréis que ir lidiando y decidir en todo momento cómo hacéis.

Mis formaciones nutren tu sentido crítico para saber qué límite poner en cada momento. En un vídeo de YouTube es complicado, pero revisando todos los que hay, te llevas un máster del universo.

Hay límites sin sentido que no cuidan a nadie: ni al humano, ni al perro, ni al entorno, ni nada. Por ejemplo, meter al cachorro en la cocina y dejarlo llorar hasta que se canse porque si no se acostumbrará a que le cuiden.

Ahora pensarás,

¿cómo riño a mi cachorro?

Lo primero es buscar alternativas para sacar la atención de allí. Si mi perro está mordiendo la pata de la mesa, lo llamo para sacarlo de ahí; si está a punto de pelearse con otro perro porque sube mucho la energía, también lo saco de ahí. Luego, ocúpate y cubre las necesidades. Cuando cubres las necesidades, todo lo demás se coloca.

Buscar el porqué y a partir de ahí ocuparos. En este canal tenéis un montón de vídeos: si ladra, si muerde, si hace pipí, si no viene… Así que ocúpate y no recurras siempre a inhibir, sino enseñar, acompañar y disfrutar de la vida.

Si has llegado hasta aquí, eres un explorador canino inconformista.

¡AL ABORDAJE!

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