Hola, soy Ana. Convivo con Fuyu, una mastina de 11 meses, desde que tenia 7 semanas (muy pequeña para mi gusto). Desde que la recogí fue muy, muy sensible. Cualquier ruido, incluso sus pedos le daban miedo, casi pánico. Los humanos, tarda bastante en coger confianza, pero cuando la tiene es amorosa como conmigo. Salimos a diario a la montaña o al pantano/río y va aprendiendo y superando miedos. Los coches ya le son familiares y se aparta con tranquilidad. Desde peque se ha relacionado con Kenga una labradora de 3 años y con otros perros con los que nos hemos ido encontrando y lo hacía con bastante naturalidad, algo de miedo, pero al poco ya estaba jugando. La cuestión es que ahora, según con que perros, les entra con bronca cuando los conoce y me gustaría que se relacionara con la gentileza con la que se acerca a los gatos, que es una maravilla. De hecho, Fuyu me recuerda más a un gato que a un perro, me he criado rodeada de perros, gatos, pájaros y decididamente tiene alma de gato. Con ellos se acerca despacio, sonriendo, la cola baja y tranquila y con lametones. Con los perros, los que no conoce, al verlos se pone en modo pantera que va a atacar; después de ver tu vídeo le daré juego o chuche antes del momento para ir cambiando su miedo/agresividad por placer, juego y disfrute. Me pregunto si hay algo más que pudiéramos hacer para que los encuentros con perros a los que no conoce sean más placenteros para tod@s. Gracias mil.